Wednesday, July 27, 2011

Increïblemente erótica

Estaba nerviosa, tenía ansias de algo, de cualquier cosa, pero con compañía.
No lo parecía pero era tímida, muy tímida, siempre que se trataba de ligar no sabía como entrar a las chicas, no sabia como reaccionar cuando una chica la miraba. Sus labios no eran intensos, eran de un rosa pálido, pero su mirada.... su mirada era impresionante.
Estábamos en un bar, sentadas en una terraza en medio de Barcelona. Ese día no había nadie, estaban las calles vacías, tan solo se oía esa musiquilla de fondo, tranquila...  Nos mirábamos, nuestras miradas despertaban deseo, pasión, ganas. Era de noche pero hacía un calor tremendo, tremendísimo como ella. Me acabé el café. Había un ambiente indescriptible, hacía calor, frío, soplaba un poco de aire apartando su cabello hacia atrás. Cogí un hielo, y antes que se deshiciera cerró los ojos, inclinó su cabeza hacia atrás y dejando todo su cuello al descubierto deje caer dos gotas de agua helada al lado de su oreja. Acerqué mi boca, entreabierta, y respiré lentamente; mientras el aire salía de mis pulmones le iba bajando el hielo por el pecho. Su piel se erizaba igual que sus pezones, incluso con el hielo ya medio desecho en la mano, notaba su corazón palpitar a mil por hora. El calor que habíamos empezado a desprender era tan grande que ya no quedaba ni una gota del hielo sobre su piel. Mis labios ya no podían más, le mordí el labio inferior con ganas, suavemente fuerte. Ella apartó sus labios de los míos y me miró, esa mirada fue la más penetrante, jamás vista. Sentí como me hervía la sangre en las venas, como el calor iba desde mis ojos, pasando por mis senos hasta mis más sensibles partes. Acercó su mano derecha a mi mejilla, giró la mano y con el dorso de sus dedos me iba acariciando sin parar. Ahora las yemas de sus dedos estaban entre mis pechos, recorriendo mis pezones, milímetro a milímetro de mi piel. Bajó su mano hacia mi vientre y dibujó algo, algo que me dio un escalofrío, mi respiración se iba acelerando, quería pararla pero no podía. Me estaba quitando el pantalón mientras besaba el lunar, cerca de mi muslo. Desvió su mano hacía mis labios. Paró y volvió a subir, ahora tenia la punta de su índice en mi lengua y desde allí bajando otra vez. Vi como su mirada me deseaba, como sus pupilas pedían a gritos que estuviera dentro de ella.
Le acaricié los pezones entre mis dientes, cada vez respiraba más fuerte y yo apretaba más, baje mi mano hasta sus partes, estaba mojada. Mis dedos fluían con facilidad entre sus dos labios, cerraba los ojos con fuerza, sentía cada movimiento. Sacó pecho cuando puse mis dedos en su vagina, empezó a respirar ruidosamente, susurraba que no parase, mi lengua jugaba con su clítoris y volvía a mirarla fijamente. Con mis ojos entre sus piernas la podía ver desnuda con los pezones como diamantes y su boca cada vez más abierta al respirar placer. Me cogía fuerte del pelo apretando los puños y yo cada vez la notaba mas mojada, no paraba de respirar rápido, ya no podía aguantar más, tenia mi cuello entre sus dientes y notaba cada vez más como se iba acercando al clímax, mis dedos no dejaban de fluir, ahora ya era imposible no escuchar su respiración....




SIR ( She is rare )

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